En Paracas estuvimos desde el sabado hasta el lunes, esto implico que el sabado tuvieramos vecinos de carpa y que el domingo a la noche nuestros unicos vecinos fueran los pelicanos y las gaviotas.
El lunes a la mañana salimos para Lima, con una diferencia de 7.790.000 de vecinos, heee digo... habitantes. Estabamos realmente descolocados, hacia casi un mes que estabamos rodeados de burros, llamas, montañas, silencio...miradas y sonrisas.
Buscamos alojamiento, encontramos, era un hotel, motel de noche, lo descubrimos a la hora de haber llegado, pero bueno, nos quedamos.
Salimos a pasear al centro, muy bonito. La catedral, la plaza de armas, las galerias que rodean la plaza,los balcones,la peatonal.
En la plaza y peatonal hay esculturas de vacas, pintadas de diferentes maneras donde cada una representa una region o ciudad de Peru.
Dimos varias vueltas, tomamos unas cervecitas negras y sacamos unas fotitos. Ya lo habiamo decidido: al otro dia nos ibamos.Lima una ciudad fundada en 1535 tiene muchisimo para ofrecer, pero ese no era, para nosotros, el momento de conocerla a fondo.
Al otro dia, a la mañana, un gran invento del hombre: el GPS nos saco de la embotellada Lima. La idea era seguir camino de costa hacia Chimbote, pero consultando una vez mas la guia de Peru, encontramos Huaraz, Parque Nacional Huascaran, Cañon del Pato... lo pensamos, de nuevo altura, otra vez la camio apunada y fumigando las rutas peruanas. Bueno... vamos!
Cuando llegamos a 2300 msnm, encontramos Cajamay y las nubes.Nos quedamos, no podiamos seguir sin visibilidad. En la foto eran las cuatro y media de la tarde, era increible. Cuando se hicieron las siete, desde la ventana de la habitacion escuchaba chicos jugando, pense como puede ser, con esta neblina...me asome y estaban jugando al futbol con linternas. A las nueve de la noche se habia despejado el pueblo pero no se veia el cielo.
Hola Gaby, hola Laura saben cuanto me alegra el poder seguir su viaje a la distancia. Creo que profundamente que todo viaje es una experiencia que nos acerca a lo más profundo de nuestro ser, a la escencia misma de nuestra existencia.
ResponderEliminarHe tenido la suerte ve viajar por cuatro continentes pero América Latina tiene una impronta tan fuerte que es dificil de transcribir o contar cuando no se la vivencia. Puede dolernos hasta puntos que hagan que uno quiera regresar, pero también y a no dudarlo que nos enseñará otra forma de ver, de posicionarnos ante lo que somos latioamericamos, de maravillarnos.
He tenedido la suerte de recorrer este nuestro subcontinente y creo que es maravilloso, América Latina está ahí, al alcance de la mano, adelante Gaby y Laura.
Hola Renato! que bueno saber que nos estas acompañando en esta gran experiencia. Hoy te escribimos desde Montañita en Ecuador y esperamos que sigas compartiendo tu amor por viajar con nosotros. Un abrazo, Gaby y Laura.
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