Manaus - Porto Velho.

Subimos a la balsa el viernes a las 13 hs y salimos de Manaus el sábado a las 17 hs, es decir, estuvimos un dia y medio vivenciando la carga y descarga de balsas y como es la vida a orillas del rio.



Cuando salimos estaba empezando a atardecer, pero llegamos a ver el encuentro de las aguas del Rio Negro y el Rio Solimoes, durante la noche viajamos unas 8 hs por el Rio Amazonas y un poco antes del amanecer ya estábamos navegando el Rio Madeira, nos quedaban 5 días por delante para conocer y disfrutar esta gran aventura.



En muchas ocasiones, a la hora de escribir, deseo tener más habilidad para expresar en palabras las sensaciones vividas durante cada experiencia. Esta experiencia fue única, hermosa, serena y divertida. Que destaco, el ver botos (es una especie de delfín pero de rio claro) todo el tiempo, los arboles de todo tipo y gran tamaño, el amanecer, el atardecer y la bendición de haber tenido la compañía de la luna llena. Además de una cocinera excelente y viajar con 8 personas encantadoras.


Comenzabamos a navegar sobre el Rio Amazonas.


Atardecer sobre el RIo Amazonas.


Atardecer sobre el Rio Madeira.


Salida de la luna sobre el Rio Madeira.

La balsa paro en Manicore y Humaita, ciudades pequeñas que reciben todas las provisiones por rio, pero desde Humaita se puede descender e ir por carretera porque es nueva y queda a 200 km de Porto Velho. Nosotros pensamos en bajarnos ahí, pero cuando llegamos la estábamos pasando tan lindo que decidimos seguir por el rio.


En el Amazonas las comunidades se ubican a orilla de los rios y las personas se acercan a las balsas para ofrecer lo que cosechan y lo que pescan.


A lo largo del recorrido se ven los garimpeiros (personas que trabajan en la extraccion de oro).


Por lo general las balsas van descargadas desde Manaus a Porto Velho y por eso pudimos armar nuestra carpa y dormir muy comodos.

Para quienes desean o necesitan viajar de Manaus a Porto Velho les recomiendo se pongan en contacto con Armando de la balsa Danielle Zeane, telefono 092-91364607.
Pueden contactarse con el para enviar el vehiculo (el precio depende del tamaño) o si estan de mochila les recomiendo tambien viajar con ellos, por lo tranquilo, comodo y la buena comida que se prepara.
Otro dato a tener muy en cuenta: mayo, junio, julio y agosto son meses en los que no llueve lo cual implica que durante el viaje en balsa no hay mosquitos ni ningun insecto que vuelva insorportable esta hermosa experiencia. A tener en cuenta para quien va a hacerlo!!


Los tripulantes de la balsa, de izquierda a derecha: Ronaldo, Misael, Pablo, Gaby, el mecanico de la balsa y Angelo.

Manaus,capital del estado de Amazonas.

En el imaginario colectivo, o por lo menos el nuestro, hablar de Amazonas implica pensar en verde y vida salvaje, pero Manaus es una ciudad con todas las letras.
Esta gran ciudad de 1.5 millones de habitantes, es moderna y tiene mucha historia, cultura y vida natural para ofrecer.

Nuestro objetivo en la ciudad: conocerla, pasear, ponernos al día con el Amazonas, pero principalmente encontrar una balsa que nos llevara de Manaus a Porto Velho.

Porque balsa? Manaus,está rodeada de mucha vida salvaje, lo que hace que las carreteras estén en muy mal estado, o ni siquiera existan y su principal medio de comunicación con el resto de Brasil es a travez de los ríos.

La ciudad se encuentra a orillas del gigante Rio Negro y sus principales afluentes son el Rio Solimoes, que cuando se encuentra con el Rio Negro (pero no se mezclan nunca) se forma el Rio Amazonas.
El punto final del Rio Amazonas es el Océano Atlántico a la altura de la ciudad de Belén, también en Brasil.

Nosotros necesitábamos ir al sur, por lo que debíamos recorrer el Rio Madeira que lleva a la ciudad de Porto Velho.

Por la mañana buscábamos información de la balsa, fue una actividad muy complicada porque hay mil ofertas pero todas con distintos precios, pidiendo señas (y habíamos leído de no dar nada de señas) y nos daban información que se contradecía una con otra.

A la tarde visitamos el Teatro Amazonas,icono de la ciudad, donde justo había un festival de jazz y asistimos.



Fuimos al Museo del Indio, uno de los pocos museos donde pudimos aprender sobres tribus actuales, que resistieron a los brutales ataques de los conquistadores.



Para conocer sobre Amazonas hay que visitar el SIGS, zoológico que rescata animales que son atrapados por la gente, o los que prefectura encuentra heridos.

El INPA, el Jardín Botánico, el atardecer en Punta Negra que sería la costanera de la ciudad, pero sobre todas las cosas en Manaus uno no puede perderse caminar por el mercado y comer pescado, además de pasear por los puertos (que preguntando nos dijeron que tiene 20 aproximadamente).


En INPA se encuentra el Peixe Boi, que esta en extincion.


En INPA se encuentra la hoja mas grande encontrada en Amazonas y el mundo, es de 2.20mt. de alto y 93 cm de ancho.




Atardecer a orillas del Rio Negro.


El gran movimiento de la ciudad,tanto por tierra como por agua.




El mercado con una oferta de pescado que asombra!


Puerto al frente del mercado.

El desafío: Brasil.

Sinceramente pensamos mucho en dejar de lado Brasil y volver por los países que ya habíamos recorrido, claro, lo conocido siempre da más seguridad. Leímos tantas cosas y tan diversas sobre el camino que nos tocaba recorrer, que sinceramente dudamos mucho.

Otra vez el Creador presente, nos marco que el camino era el que realmente queríamos hacer, el que lleva al Estado de Amazona.

Desde Pacaraima, ciudad fronteriza de Brasil, teníamos 987 km a Manaus ciudad capital del estado de Amazona. Es una distancia relativamente corta pero las características de la carretera BR-174 exigen una planificación del viaje.

Desde la frontera fuimos hasta la ciudad de Boa Vista que está a 202 km, las condiciones de la ruta son buenas.

Hicimos noche en Boa Vista y a la mañana siguiente seguimos hasta la ciudad de Rorainopolis que está indicada como la última ciudad antes de Manaus, solo que esta a 487 km de Manaus. Los primeros 160 km, la ruta está en buen estado y los siguientes 340 km la ruta pavimentada tiene muchísimos pozos grandes que obliga a prestar mucha atención y conducir a baja la velocidad.

Vivenciar la solidaridad…

A la mañana siguiente nos quedaba el último tramo, Rorainopolis-Manaus, unos 487 km, con el detalle de que durante 150 km se atraviesa la reserva indígena Waimiri Atroari, para lo cual hay un puesto de control policial que permite el paso de vehículos desde las 6 hs hasta las 18 hs, después se corta el paso, además no se permite parar a lo largo de la reserva.

Salimos el domingo a las 6 de la mañana y después de recorrer 100 km en una ruta muy rota, se rompió el disco de embrague de la camioneta, noooo éramos nosotros y la mata (selva), el primer camión que pasa, para, se baja el camionero y un acompañante, ven que no se puede arreglar y nos tiran con cuerda 100 km. De vuelta a Rorainopolis...



Mauricio, el camionero, nos llevo a un taller y ahí dejamos la camioneta, debíamos volver el día siguiente, el lunes.
Nos dejo en la posada que habíamos dormido la noche anterior y se fue, sin pedir nada a cambio pero seguramente con el alma llena de haber ayudado a dos personas totalmente desconcertadas y sin rumbo.

El lunes conocimos a los mecánicos, bajaron la caja de cambio, era la única forma de saber si era posible conseguir el repuesto. Cuando llegaron al disco y vieron que era el mismo que el del Fiat Palio se alegraron más que nosotros. Empatía, que bueno es encontrar personas que quizás sin saber que existe, la siente.



En 3 días salimos…la ruta 174 nos debía una revancha.

En síntesis, para quienes quieren hacer el recorrido en carro: desde Boa Vista a Manaus el 60 % del recorrido la ruta está en muy malas condiciones pero es asfaltada, es decir, que no hay riesgo de empantanarse ni nada de eso.

Hasta el puesto de control policial que esta antes de entrar a la Reserva Indígena Waimiri Atroari hay pueblos pequeños con puestos de gasolina y con hotel para pasar la noche y una vez que se pasa la reserva, también se encuentra por lo menos algunas casas.





Salimos a las 6 de la mañana y a las 16:30 estábamos en Manaus, claro que paramos varias veces a sacar fotos, ya que el recorrido presta a estar atento a los sonidos y así ver animales.




Guacamayos o Araras en portugues.


Serpiente constrictora Sucuri

La Gran Sabana.

Esta extensa llanura, el cuarto parque nacional más grande del mundo. El Parque Nacional Canaima comienza con unas pequeñas sierras que hay que atravesar para encontrarse con un abierto paisaje que invita a contemplar el cielo, el horizonte y la planicie de la tierra con pequeñas ondulaciones.



A lo largo del parque se encuentran lugares con cabañas y áreas de camping bien organizadas, la mayoría se encuentra a la orilla del rio con cascadas que forman piscinas naturales y en las cuales podes bañarte. Lo más interesante es que en la Gran Sabana vive la comunidad indígena Pemon y ellos son los que tienen y atienden estos lugares. Son personas muy amables y dedicadas a lo que hacen.


Niño Pemon usando el tipico canasto de carga.

Estuvimos 3 días en el camping La Golondrina, muy lindo lugar y que a pesar de que ha simple vista este Parque parece árido, a la orilla del rio se vuelve diverso y rico en flora y fauna, además de tener la característica de que los ríos toman una coloración partícula según las rocas y los minerales que hay donde se encuentra.




Cascada La Golondrina.


Color del agua en la cascada.




Hay una gran variedad y cantidad de lagartijas.

Después pasamos dos días en el camping Pecone, también lindo lugar pero lo adverso fue que en la Gran Sabana hay mucho pero muchísimo puri-puri y en este lugar más que en cualquier otro, al punto de volverse insoportable. El puri- puri es un mosquito muy chiquito que pica y pica y no deja de picar además de hacer una roncha importante, para quienes conocen es parecido al mariguí o jején.

El parque tiene como atractivo número uno, por el cual volveremos algún día, una formación rocosa llamada El Roraima. Hablando con quienes hicieron esta travesía de 7 días caminando recomiendan hacerlo como una forma de dar gracias a la vida ya que es un lugar muy particular que para muchos marca el origen de la tierra.



Para terminar el recorrido de la Gran Sabana estuvimos unos días en la ciudad pequeña y minera de Santa Elena de Uairen , la última ciudad antes de la frontera de Venezuela con Brasil.

En esta ciudad hay estación de servicio para los locales y una estación para extranjeros, bueno mejor, para brasileros que hacen larguísimas colas para aprovechar el precio del combustible, aunque para ellos sea más caro.



Por último, aunque la estadía en Venezuela fue corta, solo de 18 días, quiero contarles que los venezolanos son personas muy amables y capaces de hacer sentir muy bien a quien visita su tierra, aunque todo su sentir este opacado por la tristeza y preocupación de una situación socio-económica que va cada vez peor.