Esta extensa llanura, el cuarto parque nacional más grande del mundo. El Parque Nacional Canaima comienza con unas pequeñas sierras que hay que atravesar para encontrarse con un abierto paisaje que invita a contemplar el cielo, el horizonte y la planicie de la tierra con pequeñas ondulaciones.
A lo largo del parque se encuentran lugares con cabañas y áreas de camping bien organizadas, la mayoría se encuentra a la orilla del rio con cascadas que forman piscinas naturales y en las cuales podes bañarte. Lo más interesante es que en la Gran Sabana vive la comunidad indígena Pemon y ellos son los que tienen y atienden estos lugares. Son personas muy amables y dedicadas a lo que hacen.
Niño Pemon usando el tipico canasto de carga.
Estuvimos 3 días en el camping La Golondrina, muy lindo lugar y que a pesar de que ha simple vista este Parque parece árido, a la orilla del rio se vuelve diverso y rico en flora y fauna, además de tener la característica de que los ríos toman una coloración partícula según las rocas y los minerales que hay donde se encuentra.
Cascada La Golondrina.
Color del agua en la cascada.
Hay una gran variedad y cantidad de lagartijas.
Después pasamos dos días en el camping Pecone, también lindo lugar pero lo adverso fue que en la Gran Sabana hay mucho pero muchísimo puri-puri y en este lugar más que en cualquier otro, al punto de volverse insoportable. El puri- puri es un mosquito muy chiquito que pica y pica y no deja de picar además de hacer una roncha importante, para quienes conocen es parecido al mariguí o jején.
El parque tiene como atractivo número uno, por el cual volveremos algún día, una formación rocosa llamada El Roraima. Hablando con quienes hicieron esta travesía de 7 días caminando recomiendan hacerlo como una forma de dar gracias a la vida ya que es un lugar muy particular que para muchos marca el origen de la tierra.
Para terminar el recorrido de la Gran Sabana estuvimos unos días en la ciudad pequeña y minera de Santa Elena de Uairen , la última ciudad antes de la frontera de Venezuela con Brasil.
En esta ciudad hay estación de servicio para los locales y una estación para extranjeros, bueno mejor, para brasileros que hacen larguísimas colas para aprovechar el precio del combustible, aunque para ellos sea más caro.
Por último, aunque la estadía en Venezuela fue corta, solo de 18 días, quiero contarles que los venezolanos son personas muy amables y capaces de hacer sentir muy bien a quien visita su tierra, aunque todo su sentir este opacado por la tristeza y preocupación de una situación socio-económica que va cada vez peor.
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